Podemos ver en El Loco la imagen de la imprudencia por un lado y de la insensatez por otro; de estos conceptos se desprenden por lógica: la irreflexión, la negligencia y las ilusiones vanas. Sin embargo, El Loco simboliza el forjamiento del carácter y la personalidad a base de experiencias si se quiere complicadas o desventuradas, pero al fin y al cabo, posibilitadoras del impulso a la acción que todo ser humano necesita para abrirse paso en el mundo. Para esto El Loco enfrenta la vida con trivialidad, de ahí que se lo caracterice con sombrero de bufón; pero no menos lo hace incitado por sus instintos, por eso aparece detrás de él la figura de un perro que ladra en señal de que acompaña su existencia hacia adelante. Asimismo no deja de lado la experiencia de sus vivencias anteriores que le servirán por cierto para no repetir yerros, de ahí que lleve sobre su hombro una bolsa con sus pertenencias. Pero de todos modos, la despreocupación y la escasa responsabilidad es lo que engloba todo su ser, por eso aparece su rostro con tal actitud de desenfado. Al Loco siempre lo aguardan las nuevas oportunidades y lo desconocido por conocer, de ahí que su camino esté plagado de matorrales y malezas que le ocultan el porvenir. Y en tal sentido eso no deja de provocarle cierta inseguridad en su paso, por eso se lo ve con su bastón que le permite afirmarse.
Fuente: "Sepa como leer el Tarot". Escrito por Francis Roland.
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